Los diez mandamientos

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 Los mandamientos son semáforos que en tu camino hacia Dios te marcan lo que debes hacer y lo que debes evitar; te señalan luz verde, luz roja, luz ámbar. ¿Quieres darte un cacharrazo? Tú sabes lo que pasa cuando no se respetan las señales de tráfico: accidentes mortales, caos, lágrimas, muchas lágrimas. Pero si respetas las señales, te irá bien y llegarás a tu destino, sano y salvo.

Tú me dirás si es o no oportuno hablar hoy día, en pleno siglo XXI sobre los diez mandamientos. ¿Crees que están pasados de moda?

En la última conferencia sobre la carta de la tierra en Johannesburgo se pidió quitar el Decálogo, los diez mandamientos, y se propuso otro decálogo nuevo. El Decálogo que dio Dios a Moisés está ya desfasado –decían los grandes de la tierra- y, sobre todo, hiere las sensibilidades de quienes no creen en Dios. Por tanto, “hagamos” otro decálogo que guste a todos, un decálogo a la carta.


Los mandamientos son una recomendación fuerte e insistente de Dios que permita a los hombres entablar una relación dejándolos libres de sus actos.

Es una llamada al amor y a la libertad que estructuran la relación con las personas.

Los diez mandamientos o Decálogo

El Decálogo ( diez palabras) se entiende en primer lugar en el contexto del Exodo que es el gran acontecimiento libertador de Dios en el centro de la Antigua Alianza.

Ya se formulen como preceptos negativos, o como mandamientos positivos, estas “diez palabras” indican las condiciones de una vida liberada de la esclavitud.

Es un camino de vida que separa de una práctica ambiental no ética.


En la fe cristiana, las diez palabras se articulan alrededor del único y mismo mandamiento de amor de Dios y del prójimo.


I) Amarás a Dios por sobre todas las cosas.

II) No tomarás el Nombre de Dios en vano.

III) Santificarás las fiestas en nombre de Dios.

IV) Honrarás a tu padre y a tu madre.

V) No matarás.

VI) No cometerás actos impuros.

VII) No robarás.

VIII) No darás falso testimonio ni mentirás.

IX) No consentirás pensamientos ni deseos impuros.


X) No codiciarás los bienes ajenos.

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